October 28, 2020Por Miriam Pérez Refoyo Coach← Volver al Blog

Vence tus miedos


¿Cómo afrontas tu miedo?

¿Es nuestro amigo o nuestro enemigo? ¿Aliado o adversario?

¿Estamos condenados a sentirlo?

Todas las personas, sin excepción, tenemos miedo. Es una emoción con la que nacemos.

Se define como: “Angustia provocada por la presencia de un riesgo o un daño real o imaginario”.

Este temor a que nos suceda algo contrario a lo que deseamos:

Nos ayuda a ser prudentes, a protegernos, al anticipar y evitar daños potenciales.
Nos ayuda a reflexionar, a sopesar riesgos.

Sin embargo, en ciertas ocasiones, percibimos lo que la vida nos presenta como una amenaza o un peligro, que no es tal. Esta interpretación nos hace estar en continua alerta, que llevada al extremo nos hace reaccionar de igual forma que si nos enfrentáramos a un depredador, cuando en realidad es una simple percepción errónea.

“El miedo al peligro es diez mil veces más terrible que el propio peligro”

Daniel Defoe

Esto sucede porque entran en juego el cerebro reptiliano (que regula las acciones esenciales para la supervivencia) y el sistema límbico (que regula las emociones y las funciones de conservación del individuo). Cuando la amígdala (incluida en este sistema y encargada de revisar la información continuamente) detecta una fuente de peligro, se desencadena el miedo y, si nos dejamos arrastrar por él, quedamos “secuestrados” a su merced, lo que nos impide pensar con claridad.

“El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son”

Tito Livio

Para prevenir que cualquier emoción nos desborde es recomendable buscar momentos de calma y silencio. Nos ayudará realizar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o cualquier otra actividad que nos relaje, como escuchar música o darnos un masaje, de forma que nuestra mente y cuerpo estén en equilibrio.

¿Cómo afrontar los miedos más frecuentes de manera efectiva?

1. Cuando es un miedo que viene del pasado.

Ese miedo nos está alertando sobre una cosa específica que “creemos” que o “predecimos” que podría volver a suceder por alguna experiencia pasada.

Minimizarás tu miedo si piensas y anotas: ¿Qué recuerdos traes a tu mente? ¿Es exactamente la misma situación? ¿En qué es diferente a la anterior? ¿Es verdaderamente posible que suceda? ¿Que podría hacer para asegurarme de que no sucederá?

Si la situación te parece similar, puedes reinterpretarla y reflexionar en cuanto a: ¿Cómo la viviste? ¿Qué aprendiste? ¿Cómo la superaste?

“Si cometiste errores, ahora tienes una nueva oportunidad de poner en práctica lo que aprendiste”.

2. Cuando es un miedo del futuro.

Nos atemoriza algo que ni siquiera tenemos la certeza de que vaya a ocurrir. Por tanto, párate a pensar: ¿Es real o solo está en tu cabeza? ¿Cómo sabes lo que va a pasar mañana? ¿Cómo estás tan seguro?

“Una cosa es tener miedo y otra es dejar que dirija tu vida”.

3. Cuando aparece por falta de conocimientos o experiencia

Pregúntate: ¿Qué conocimientos necesito para conseguir el resultado que quiero?

El conocimiento es la mejor arma para superarlo, afrontarlo. Piensa en algo que hiciste por primera vez, como montar en bici, conducir... El miedo estaba ahí. Con la práctica, fue desapareciendo hasta que finalmente lo venciste.

“El conocimiento nos hace libres”.

El miedo, como cualquier otra emoción, se activa con el pensamiento. Si analizas lo que piensas, visualizas otras opciones e imaginas cada paso como si ya lo hubieras logrado, creyendo en ti y en tu potencial, el miedo desaparecerá.

¡RECUERDA! No dejes que tu miedo te paralice a la hora de conseguir cosas importantes. Transforma tu miedo en valentía, ilusión, confianza, esperanza...(en lo que a ti te sirva para actuar), actúa y ¡triunfarás!

SOLO CON LA ACCIÓN SUPERAMOS EL MIEDO.
© 2021Miriam Pérez Refoyo Coach