“Decir “no” significa, ante todo, decirse “sí” a uno mismo y proteger aquello que uno valora”

William Ury.

Cuántas veces hemos dicho Sí a los demás, cuando en realidad queríamos decir No. Esto sucede, en la mayoría de las ocasiones, porque creemos que podemos llegar a todo, ya que es lo que se espera de nosotros. Pensamos que, en caso contrario, se enfadarán, no me valorarán igual, me querrán menos...

Está estrechamente relacionado con buscar el aprecio, la aceptación y el reconocimiento de los demás. Pero, ¿a qué precio? Francamente, esforzarnos por estar siempre disponibles para tratar de satisfacer a todo el mundo en todo momento, llega a ser agotador.

En consecuencia, nos acabará pasando factura, porque nos estaremos traicionando a nosotros mismos al ceder y al anteponer los deseos de los demás a los nuestros, a lo que realmente queremos, repercutiendo en nuestra autoestima.

Sin embargo, si aprendemos a poner límites, a tomar la decisión de decir no de forma amable y respetuosa, si comprendemos que no podemos complacer a todos, daremos prioridad a nuestros deseos, necesidades y a lo que consideramos realmente importante. Como consecuencia, las personas nos valorarán por lo que somos y no por los favores que hacemos.

Así pues, recuerda: “Decir NO de forma asertiva es sano, es una forma de valorarte, cuidarte, y respetarte. Priorizar tus necesidades hará que te sientas más coherente y honesto contigo mismo, con mayor energía, reduciendo tu estrés y aumentando tu autoestima”.