¿Si tuvieras mayor confianza, seguridad y autoestima, ¿cómo te comportarías?,¿cómo actuarías?, ¿a qué te atreverías?

La confianza está íntimamente ligada a la seguridad y a la autoestima:

✔ La Seguridad implica creer en tu talento, no de una forma arrogante, sino de una forma realista. No significa sentirse superior a los demás. Se trata de saber, internamente y con serenidad, que eres una persona capaz.

✔ La Autoestima es la manera en la que te quieres a ti mismo. Para querer a los demás, primero tenemos que querernos a nosotros mismos.

“Amarse a sí mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida”

Óscar Wilde

La Confianza en uno mismo o autoconfianza, significa creer en nuestras propias capacidades, creer en lo que puedo llegar hacer. Es algo de dentro, no de fuera. Solo depende de uno mismo. Nace del amor y del respeto por uno mismo.

Viene determinada tanto por la genética, como por el trato que hemos recibido y la experiencia pasada. Sin embargo, la confianza es una habilidad, una competencia. Y, por lo tanto, puede ser aprendida, practicada y mejorada.

“Es un músculo que se entrena”: cuanto más la practicas, mayor capacidad tienes para interactuar contigo mismo, con otros y con el mundo. Nuestras conversaciones acerca de las posibilidades que se abren ante nosotros son más expansivas, más creativas, más generativas y transformadoras.

Por el contrario, cuando desconfiamos, nuestras conversaciones se vuelven precavidas, suspicaces y temerosas. Nos parece que nos pueden hacer daño o que la acción que nos planteamos abordar irá mal. Actuamos para protegernos, nos escondemos y, como consecuencia, embarcarnos en simples actividades como subir a un avión, saludar a un conocido, buscar o aceptar un trabajo, hablar con nuestro jefe, etc. nos resultan muy difíciles.

“Una importante clave del éxito es la autoconfianza. Una importante clave de la autoconfianza es la preparación”

Arthur Ashe

¿Cuál es el camino, los pasos para entrenarla e incrementarla?

1. Acepta: Acéptate tal y como eres hoy, con tus virtudes, tus fortalezas y tus imperfecciones (aspectos a mejorar). Sé honesto, sincero contigo mismo y respóndete a las preguntas: ¿Quién eres? ¿Quién quieres ser? ¿En qué eres bueno? ¿En qué tienes talento? ¿Qué quieres mejorar de ti? Anota las cosas que aprecias de ti mismo, las que quieras mejorar y empieza a trabajar en ellas. Recuerda que eres una persona única, especial, así que... ¡Deja de compararte! ¡Deja de perder tu tiempo y tu energía comparándote! Nadie es mejor que tú. Cada persona es un mundo, es diferente. Céntrate en ti y en encontrar tu camino. Solo tienes una vida, ¡disfrútala!

2. Agradece: Agradece por ser quien eres, por lo que tienes. Cada día, agradece por dar lo mejor de ti, por hacer las cosas lo mejor que puedes, por ser una mejor versión de ti.

   Deja de lamentarte por tu pasado (el pasado ya pasó). Deja de preocuparte tanto por el futuro, por sucesos que ni siquiera sabes si llegarán a ocurrir. Céntrate en el presente, agradeciendo y saboreando tus logros diarios, esos pequeños pasos que te van a ir acercando a tu meta.

   Mira el lado positivo de las cosas y aprende de tus errores. Comprende que todo lo que te ha pasado en la vida te ha convertido en la persona que eres. Hazte responsable de tu vida. Asume esa responsabilidad sin hacerte la víctima. Porque el protagonista de tu vida eres tú, así que confía en ti y despierta tu autenticidad.

   “Recuerda siempre que eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que pareces y más inteligente de lo que piensas”

   Christopher Robin

3. Cuídate, mímate: Conecta contigo mismo, comprométete a tener una cita contigo mismo cada día. Empieza por cuidar tu imagen, porque tu imagen exterior repercutirá en tu interior.

   Así que, mímate todos los días, tómate un tiempo para ti, reserva tiempo a aquello que te hace sentir bien. Tómate tu tiempo para estar a solas contigo mismo, sin distracciones (sin móvil, TV). Disfruta de tu compañía haciendo ejercicio, yoga, meditación, leyendo, dando un paseo. O, simplemente, mírate al espejo unos minutos cada día y sonríete, no te juzgues, mira la inteligencia, la confianza, la seguridad, la sabiduría y todo el potencial que hay en ti.

   “No puedes estar solo si te gusta la persona con la que estas a solas”

   Wayne Dyer

4. Cuida tu lenguaje, evita el autosabotaje: Analiza y cuida cómo te hablas, no te menosprecies, no te faltes al respeto. Háblate con respeto, con cariño, con amor, como un ganador.

   Revisa tus pensamientos, no te juzgues, no te culpes, no te castigues, sé comprensivo y compasivo contigo mismo. Cambia tus pensamientos y creencias limitantes por otros que te empoderen: “me cuido, me mimo, me amo, me merezco lo mejor”. Te mereces una vida extraordinaria.

5. Cree en ti: Apuesta por ti y visualiza cómo quieres ser: Piensa en cómo te quieres ver (desde el éxito) en los distintos ámbitos de tu vida (en tu trabajo, en tu casa, con los demás). Visualízate triunfando en todos los aspectos de tu vida. Descubre el mundo de posibilidades que se abren, si apuestas por ti con entusiasmo y con pasión. Tú y solo tú eres quien decide tu éxito.

   Si confías en tus capacidades (en lo que puedes llegar a hacer), y en tus habilidades (en lo que ya sabes hacer), todo tu potencial saldrá a la luz, florecerá y te acompañará a obtener, a lograr tus metas.

6. Sé tu mismo: Tomando tus propias decisiones en base a tus valores (lo que es importante para ti) y a tus intereses. Ser fiel y sincero contigo mismo te hará sentirte coherente y empoderado, proyectando tu mejor versión para ti y para los demás.

   Aprende a poner límites, “saber decir No” hará que te sientas más pleno. No hagas lo que quieran los demás, sino lo que tú quieres. Aprende a decir NO, cuando haya algo que no quieras hacer.

   Primero, pon el foco en lo que quieres para ti. Esto no significa que seas egoísta, significa que si antepones tus necesidades a las de los demás, estarás lleno de energía, de abundancia, de generosidad. Después, te relacionarás con los demás no por necesidad o apego emocional, sino porque quieres. Esto hará que tus relaciones sean mejores, más auténticas, serán un complemento en tu vida.

7. Atrévete a salir de tu zona de confort y vence al miedo: Siéntete cómodo con lo incómodo. No te conformes y lucha por tus metas: Prueba cosas nuevas, prueba a desafiarte cada día, paso a paso (no quieras empezar la casa por el tejado). ¿Cuál es el paso más pequeño que te atreves a dar?

   Quizá salga el miedo, es normal. Pero, si no tuvieras miedo, ¿a qué te atreverías? ¿qué es lo peor que te puede pasar?, ¿que te equivoques? Dicen que equivocarse es de sabios y de valientes.

   Cuando sientas Miedo de no estar a la altura, pregúntate: “¿No estar a la altura de quién?”. No seas tan exigente contigo mismo, no trates de buscar la perfección en todo. Nadie es perfecto, así que hazlo lo mejor que puedas, da lo mejor de ti en cada paso que des.

   Quizá sientas Miedo a fracasar, quizá lo intentaste en el pasado y fracasaste... ¿Seguro que fracasaste o simplemente te equivocaste, cometiste un error? Entonces, fue una oportunidad para aprender, para evolucionar.

   Piensa en todas las lecciones de vida que has aprendido gracias a tus errores. Piensa en cuando aprendiste a andar en bici, cuántas veces te caíste y te volviste a levantar... O cuándo empezaste a leer, a escribir o a atarte los cordones.

   Quizá emprendiste un negocio y no salió bien. De nuevo, párate a pensar en todo lo que aprendiste. Piensa cuántas oportunidades de aprender y de agradecer en qué persona te has convertido. Y qué hay de todos esos momentos de éxito, todas esas experiencias positivas que has realizado y logrado en tu vida...

   Muchas personas de éxito, “fracasaron” una y otra vez antes de conseguirlo: James Dyson se convirtió en uno de los mejores fabricantes de aspiradoras tras diseñar 5.126 prototipos fallidos, pero el prototipo 5.127 funcionó. ¿Fracasó 5.126 veces o tuvo la oportunidad de aprender una y otra vez?

   Silencia esa vocecita interior saboteadora que dice: “no soy lo suficientemente bueno”. ¿Cómo estás tan seguro? Ahora piensa en qué necesitas o qué quieres mejorar para lograr tus metas. No te quedes con lo que te limita, quizá simplemente se trata de adquirir nuevos conocimientos o experiencia. Tiene solución. La falta de competencia tiene solución a través del aprendizaje: cualquier habilidad puede ser entrenada. “Soy capaz de adquirir esta competencia”.

   Recuerda: el pasado nos informa, no determina ni escribe nuestro futuro. Así que confía, coge las riendas de tu vida y vencerás al miedo, porque “tú no eres tu miedo, ni tu inseguridad”.

   “Ganas fuerza, coraje y confianza en las experiencias en las que realmente te paras a mirar al miedo a la cara”

   Eleanor Roosevelt

8. Comparte tu sueño con personas que crean en ti y aléjate de aquellas que no creen en tu potencial. No pierdas tu energía agradando a otros, buscando su aprobación. Sé auténtico, sé tu mismo.

   No necesitas la aprobación y validación de otras personas. Al fin y al cabo es su opinión, puedes tenerla en cuenta o no, solo eso. ¿Cómo sabes que esa opinión es lo mejor para ti?

   Rodeate de gente positiva, que te haga sentir bien. Pasa tiempo con personas que te aporten, que sumen, no que resten.

9. Admite los elogios: No les restes importancia. No digas “no es para tanto”. Siéntete merecedor, acéptalos con un gracias.

   “EL MIEDO LLAMÓ A LA PUERTA, SALIÓ LA CONFIANZA Y, CUANDO ABRIÓ, YA NO HABÍA NADIE”.