“Háblate a ti mismo como harías con alguien a quien amas profundamente”

Brené Brown

Si nos importa la manera en la que nos comunicamos con los demás, ¿por qué descuidamos la forma en la que nos hablamos a nosotros mismos?

Tendemos a juzgarnos, culparnos y castigarnos duramente: “Soy un inútil”, “Soy incapaz”, “No puedo con esto”... No somos conscientes del poder que tienen estas palabras en nuestro cerebro, que escucha e interpreta como reales. Se cree todo lo que le decimos y esto acaba repercutiendo en nuestra confianza y en la manera de afrontar la vida.

Sin embargo, ¡podemos solucionarlo! Solo es cuestión de práctica, introduciendo pequeños y sencillos matices: transformando “Soy un inútil”, “Soy incapaz” por un nuevo punto de vista, “¿Qué necesito para conseguirlo?” (quizá, más tiempo, más experiencia, más formación, más ayuda). O, cuando decimos “No puedo...” sustituyéndolo por un “¿Cómo puedo lograrlo?”.

Así pues, recuerda: “todo empieza por uno mismo. Cuida tu lenguaje, háblate desde el respeto, el amor y la comprensión para transformar tu realidad y alcanzar la vida que quieres y te mereces”.